Bienvenido/a a esta sección de blog de VIADRY donde iremos informando de noticias relacionadas con el mundo de las motos, así como daremos información de cuidado, TIPS de reparaciones,… ¡Todo a tu alcance!

En este caso comenzamos por un tema que muy pocas veces se tiene en cuenta y que los más veteranos entendemos que es vital… (Puede ser, quizás, por los “arrastrones” que nos hemos llevado…).

Hemos visto en las motos que estamos recogiendo, que en la mayoría de casos se trata de accidentes por la parte delantera, que estas tienen la cubierta delantera con mucho desgaste, mientras que la trasera es todo lo contrario.

Entonces, ¿Qué pasa aquí? A ver si nos enteramos…

La cubierta que hace todo el apoyo tanto en curvas como en las frenadas, es la delantera; es la que soporta la fricción del caucho con el asfalto y si estas tienen poco dibujo o está endurecido por la antigüedad de la cubierta, no soporta la presión y es cuando se pierde la adherencia… En consecuencia, lo que nos encontramos es… ¡¡LEÑAZO AL CANTO!!

Si tenemos poco presupuesto, siempre es más aconsejable cambiar primero la cubierta delantera y luego la trasera, nunca al contrario. Cambiar la trasera nos dará sensación de seguridad, pero es un error, porque ante una situación crítica donde nos veamos obligados a exigir al freno delantero (que por cierto, siempre es al que hay que exigirle, y nunca al trasero), la cubierta no responderá con la eficacia suficiente y es ahí donde viene la caída.

La cubierta importante en una moto siempre es la delantera. Aprendamos esto, y seguro que evitaremos muchos disgustos…

¿Tú has tenido algún problemilla con la cubierta delantera? Si no es el caso, ahora ya lo sabes. Sobre todo para esos momentos en los que necesitamos cambiar las ruedas y andamos un poco más ajustados de presupuesto, como en la cuesta de enero…

Estas son solo algunas fotos de casos reales que debemos intentar evitar:

 

   

 

También es importante destacar sobre todo, la importancia de tener unos neumáticos de calidad. Los neumáticos de baja calidad, además de tener un menor agarre, como es evidente, suelen tener menor durabilidad. En definitiva, mejores neumáticos se traduce en mayor seguridad.

Por otro lado, es importante saber que no sólo debemos cambiar el neumático cuando este alcance su límite de desgaste o suframos un pinchazo. Además de esto, es trascendental fijarse en si el neumático está deformado. Y no solo eso, sino en sí el desgaste del mismo es anormal. ¿A qué nos referimos con esto de que es anormal?

Por norma general, el neumático tiende a gastarse por el centro, siempre que la usemos por zonas urbanas y autopistas. Cuando circulamos en zonas con curvas, el desgaste se dará por las zonas laterales. ¿Pero y qué pasa si vemos que esto no es así?

Ahí primero se debería analizar cuál es el motivo que está llevando a este desgaste anormal. Puede deberse por ejemplo a una presión insuficiente en el neumático, a un mal equilibrado en las ruedas, o incluso problemas de suspensiones o a condiciones del medio como la temperatura.

Una vez hayamos detectado el problema , se debe cambiar los neumáticos afectados. Si los cambiamos primero, sin analizar la causa, los nuevos neumáticos tendrán probablemente el mismo desgaste anormal.

Más adelante avanzaremos cuáles son los mejores tipos de neumáticos para nuestras compañeras de viaje.